Esa noche.

Tras la entrada de la noche salí al patio de mi hogar a apreciar la hermosa luna.
Su brillo me ilumino por completo, casi abrazándome con su luz.
Pero al quitar los ojos del cielo y mirar a mi alrededor algo extraño note.
Sentí como una mirada de tremendo peso caía sobre mi, una mirada que no era de la luna como siempre.
Pronto sentí como tu brazos rodeaban mi cuerpo y a mi piel lograban erizar.
Sintiendo tus labios sobre mi hombro y parte de mi desnuda espalda comienzo a suspirar.
"Esta es la noche indicada"
Esas palabras en mi oído fueron las que hicieron que mi cuerpo manejado por el deseo se volteara a besarte con pasión.
Y esta vez ese juego seguía su curso, sin perdedores ni ganadores, sin detenerse, sin alteraciones...
Solo vos y yo en uno solo, bajo la luz del único testigo allí presente... mi hermosa luna, cual acepto que esa noche no solo seria de ella... sino tuya... solo esa brillante noche, la cual el dueño de mi ser eras tu.
Y deseando que esa noche no termine... despierto iluminada por el sol, sonriendo al pensar que te tuve en mis sueños.